Deporte y viajes: el dúo ganador

Entre desplazamientos y reuniones, las jornadas en viajes de negocios suelen ser muy largas y agotadoras. La práctica deportiva es una actividad con múltiples beneficios para los empresarios cansados y, con frecuencia, estresados.
El problema es encontrar el tiempo para hacerlo y, sobre todo, qué deporte practicar al otro lado del mundo. 

No vamos a insistir en los beneficios del deporte en general. Sin embargo, en un viajes de negocios produce otros beneficios más específicos. 

Además de su efecto relajante, ayuda a asimilar mejor las numerosas comidas, que suelen realizarse tarde. Aumenta la motivación y la capacidad mental. También es una forma original de visitar el lugar de destino. Permite conocer otro aspecto de las ciudades. Correr por la playa en Barcelona o recorrer Central Park será una espléndida inyección de energía para cualquiera.  

Una cita más
Los beneficios son indiscutibles, pero encontrar un hueco para hacerlo no siempre es fácil. Si pasa varios días en un mismo lugar, enseguida podrá encontrar un momento. Establecer una rutina permite cumplir con mayor facilidad estas citas cotidianas. Es indispensable anotarlas en la agenda porque se necesita aún más motivación que en casa.

El momento ideal para hacer deporte
El desfase horario permite levantarse más temprano si se viaja hacia el oeste o ponerse en forma más tarde si se va hacia el este. En lugar de quedarse en cama sin poder dormir, aproveche esos momentos para hacer ejercicio. Por la mañana, el deporte tonifica y, al anochecer, permite eliminar el estrés.

Si sus reuniones no comienzan demasiado temprano por la mañana, coma unos frutos secos, hidrátese y póngase sus zapatillas de deporte. No se recomienda hacer un desayuno copioso y demasiado azucarado antes de hacer deporte. Hay que evitar los picos de glucosa en sangre.

Planifique su equipo
En lo que se refiere a material, solo tiene que acordarse de meter en la maleta un par de zapatillas de deporte y algunas prendas de ropa deportiva. No ocupan mucho espacio entre trajes o vestidos. 

Aunque tenga poco tiempo para hacer deporte, los lugares y posibilidades para hacerlo son numerosos.

Deportes de interior

Muchos hoteles disponen de un gimnasio y/o de una piscina o, como mínimo un espacio de fitness. En ocasiones, también hay entrenadores. Así pues, su hotel es un lugar ideal para hacer ejercicio.
Opte por la piscina y el gimnasio por la mañana y, al atardecer, por la piscina y también la sauna y el spa. Eso le ayudará a dormir. Incluso con solo 15 minutos de deporte por la mañana se sentirá más tonificado ¡y listo para hacer negocios!
En caso de que no haya gimnasio en su hotel, su habitación puede servir.

El workout es un conjunto de ejercicios sencillos de fitness que se puede practicar en la habitación. Dedicarle 30 minutos constituye ya una buena sesión. No es necesario ningún equipo para practicar este deporte.

Hacer yoga ayuda a combatir el desfase horario y a eliminar el estrés.

Si prefiere un gimnasio distinto al de su hotel, algunas cadenas ofrecen acceso a sus salas por un día o por una semana. Puede encontrar incluso pases gratuitos para un día.


Hacer deporte al aire libre

Según el país y la estación del año, será mejor salir por la mañana temprano o esperar al atardecer para hacer deporte. Si le gusta correr, las posibilidades son infinitas. Piérdase por las callejuelas, recorra playas y parques, etc. Es muy agradable visitar las ciudades de esta forma, antes o después de la marabunta de turistas.

Contar con un smartphone con software GPS ayuda a no perderse y a alejarse tranquilamente de su hotel. Openrunner localiza recorridos en cualquier lugar del mundo.

Otra posibilidad es alquilar una bici o unos patines. Muchas ciudades también ofrecen actividades al aire libre: clases de yoga, pilates, meditación.

Una vez que haya disfrutado del deporte en un viaje de negocios, ya no podrá pasar sin él. Al terminar, disfrutará de equilibrio, serenidad y motivación.