Las expectativas de las mujeres en sus desplazamientos profesionales

¿Una mujer de negocios considera el viaje de negocios de forma diferente a un hombre? Si la pregunta le parece un tanto sexista, es sin embargo perfectamente legítima cuando sabemos que una de cada dos mujeres activas viaja por su profesión. Y la respuesta es sí. Aclarémoslo. 

Son muchas las que viajan para su empresa: actualmente los viajes de negocios distan mucho de ser una cosa de hombres, y eso lo cambia todo... Especialmente en lo referente a la oferta hotelera. ¿Por qué? Porque la clientela femenina, lejos de los clichés, suele saber muy bien lo que quiere (y lo que no quiere) para trabajar en las mejores condiciones. Empezando por la seguridad. Revisemos los puntos clave:

• La seguridad ante todo, especialmente por la noche
  La ubicación del hotel para una mujer de negocios es un factor esencial, una cuestión de seguridad. Su alojamiento, que le gusta elegir, debe ser fácilmente accesible en taxi u otro medio de transporte, y estar bien situado para poder salir a almorzar o cenar, sin necesidad de demorarse en la calle. Las clientas también prefieren poder acceder a sus habitaciones sin tener que cruzar largos pasillos vacíos, así como una seguridad sin fisuras para cerrar sus puertas. 
  
  
• Confort después del esfuerzo
  Las mujeres de negocios esperan cierta calidad de servicio y confort al hospedarse en el hotel. Si se les pregunta, contestan que esto significa tener al menos un secador de pelo en la habitación, una ducha con chorros y masaje, o un albornoz de su talla. También aprecian enormemente que nos anticipemos a sus necesidades: el 73% de ellas olvidan algo al hacer su maleta (disolvente, cuchilla, protector solar o desmaquillante...), y encontrar un kit de básicos cuando llegan constituye un verdadero plus. 

• El gusto por el detalle
  Algunos detalles marcan la diferencia y harán que la clienta quiera volver al establecimiento. Flores frescas, decoración cuidada, calidad y atención del servicio en todo momento, presencia de un spa... Todos ellos elementos que hacen que la balanza se incline hacia el lado positivo. 

• Un lugar gastronómico, si es posible
  La tendencia a la buena gastronomía empuja fuerte; incluso aquellas clientas que vigilan su línea están dispuestas a hacer un pequeño paréntesis cuando viajan. Prueba de ello es su apetito por los desayunos continentales, muy apreciados y buscados. De hecho, asumen perfectamente este pequeño "pecado", ya que si la mitad de las clientas planea hacer deporte durante su estancia, sólo el 19% irá realmente al gimnasio.
  

Ante las exigencias de la mujer, era normal que la hostelería adaptara su oferta. Una sabia actitud cuando sabemos que el 43% de las viajeras de negocios son mujeres, con un gran poder de decisión. Por ejemplo, el hotel 4 estrellas Bristol, en Ginebra, propone desde hace varios años 9 habitaciones "Lady's first" y el hotel Duke en Londres también reserva 15 "Duchess Rooms" con múltiples servicios para las viajeras de negocios.
Pero la propuesta más completa corresponde sin duda al grupo Accor y su colección de hoteles de alta gama MGallery. La oferta, titulada Inspired by Her, de la que Inès de la Fressange es embajadora, es la que mejor se adapta a las necesidades de la clientela femenina. En los 4 hoteles que proponen esta oferta, la clienta puede elegir su habitación y beneficiarse de numerosas atenciones: albornoz y zapatillas de su talla, espejo de cuerpo entero, amplia selección de infusiones, y también esterillas de yoga y mancuernas, tabla de planchar, revistas femeninas, así como una multitud de otros pequeños detalles. Un toque de delicadeza que seducirá a más de una.